La finalidad de las ayudas técnicas es facilitar la comunicación a sujetos con graves dificultades para la expresión oral. Pueden incluir en sus casillas imágenes y/o símbolos SPC, Bliss, Minspeak o sistemas alfabéticos.
En los casos en que las dificultades de expresión oral son graves podemos utilizar tecnologías de ayuda a la comunicación como los tableros de comunicación y los comunicadores. El uso de una u otra tecnología dependerá de las características del sujeto y los trastornos asociados que presente.
Según los materiales y el soporte que se empleen pueden ser: electrónicas y no electrónicas.
Tableros de comunicación no electrónicos:
Son las ayudas técnicas para la comunicación más sencillas, pueden construirse fácilmente con diferentes materiales: papel, cartón, plástico,...
La organización de los símbolos en el tablero de comunicación suele realizarse a través de categorías semánticas resaltadas por su color: personas (amarillo), verbos (verde), objetos (naranja), adjetivos y adverbios (azul), términos sociales (rosa) y miscelánea (blanco). La señalización de los iconos puede realizarse directamente o utilizando un dispositivo de ayuda.
La organización de los símbolos en el tablero de comunicación suele realizarse a través de categorías semánticas resaltadas por su color: personas (amarillo), verbos (verde), objetos (naranja), adjetivos y adverbios (azul), términos sociales (rosa) y miscelánea (blanco). La señalización de los iconos puede realizarse directamente o utilizando un dispositivo de ayuda.
Electrónicas:
Su objetivo principal es dotar al sujeto con problemas de comunicación de los recursos necesarios para que pueda comunicarse de la forma más rica posible con su entorno.
Este proceso requiere un análisis minucioso para seleccionar la ayuda técnica más adecuada para cada sujeto (dependiendo de las áreas motrices afectadas, habilidades cognitivas, percepción y discriminación visual, emisión oral y comprensión oral se empleará una u otra).
Se requiere además de un aprendizaje progresivo, analizando la evolución del usuario, adaptándose a sus necesidades y/o capacidades.
Para ello, conviene comenzar con sistemas menos complicados e ir aumentando la complejidad, y si es conveniente cambiar la ayuda técnica, para dar mejor respuesta a las necesidades comunicativas que vaya teniendo el sujeto.
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